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Una chispa que encendieron en la niñez y que perdura en la juventud

Desde su visión de jóvenes hoy, Rubí Ortega, Ruth Daniela Lau, Javier Eduardo Rodas Paredes, María Gabriel Ruano y Ana Lucía Morales nos cuentan experiencias que marcaron su niñez como parte del programa de radio Chispas al Aire.

Por: Celso Solano
Opiniones: Denis Aguilar
Fotografías: Herlindo Zet y Celso Solano

Un programa de radio puede cambiar la vida de quienes lo escuchan. Pero también puede marcar la vida de sus productores, conductores y todos aquellos miembros del equipo que se involucran para realizar cada emisión.
Así le sucedió a un grupo que hoy son jóvenes plenos, pero que se involucraron cuando niños en la producción de un espacio hecho por niños para niños: Chispas Al Aire, un programa de radio que se transmite desde 2005 todos los viernes a las 3 de la tarde desde las frecuencias de Radio Sonora.
Rubí Ortega, es una de ellas. Estuvo en la producción del programa entre los años 2008 y 2016, y en sus palabras, el proyecto le dejó una profunda huella.

Esta imagen fue captada el 31 de agosto de 2013 en los estudios de Radio Sonora, Guatemala. En la imagen aparece una de las generaciones de comunicadores de Chispas al Aire. En lla, Ruth Daniela Lau (de espalda), Javier Rodas (Tercero, con audífonos) María Gabriel Ruano (5ª. Segunda fila) y Rubí Ortega (7ª. Segunda fila, con audífonos).


“Definitivamente fue una experiencia que marcó mi vida en muchos aspectos, sin duda todo lo aprendido en los proyectos de Chispas Al Aire me ayudó a ser la persona que soy hoy, forjando mi carácter, mis valores e ideologías y me empoderó en un mundo lleno de situaciones complicadas en el cual la información aprendida ha sido una herramienta sumamente valiosa”, afirma Rubí, quien actualmente tiene 21 años y se forja una tarea artística convencida que este es un espacio que ayuda a descubrir las habilidades de cada uno.
Las niñas y los niños “deberían tener también la oportunidad de participar en proyectos como el de Chispas al Aire, ya que se pueden convertir en espacios seguros en donde tienen la oportunidad de ser ellos mismos, descubrir talentos y habilidades, obtener herramientas que les ayuden en su desarrollo personal, e incluso, profesionalmente en un futuro, además de permitirles relacionarse con otros niños”, señala Ortega.

Forjar amistades

Ruth Daniela Lau Herrera, es otra joven que se involucró en la conducción y producción del programa entre 2011 y 2014, y quien señala que este proyecto sumó experiencias muy positivas en su formación personal.
“Me dejó experiencias muy educativas y positivas, puesto que pude aprender acerca de los derechos del niño y me dio la oportunidad de obtener herramientas para desenvolverme mejor”, explica Lau, quien destaca al mismo tiempo que estar en la producción de Chispas al Aire “también me permitió hacer amistades y conocer personas de diferentes entornos. Me enseñó a tener conciencia social y a transmitir a otros niños la importancia de los derechos”, enfatiza.
Ruth Daniela, con 18 años de edad actualmente, es de la idea que la niñez y juventud debería tener más este tipo de oportunidades, ya que es importante que conozcan sus derechos y que comiencen a tener conciencia social, ya que también pueden ser el vínculo para que más niños y niñas tengan esas oportunidades.

Los conductores de Chispas al Aire dejan constancia de su estadía en los estudios de Radio Sonora en la zona 15 de la ciudad capital, el 31 de agosto de 2013.

Expresarse libremente

Javier Eduardo Rodas Paredes, a sus 17 años comparte que su experiencia en Chispas al Aire le dejó un deseo de seguir aprendiendo, y destaca la importancia de que más niños y niñas tengan acceso a estos espacios de aprendizaje.
“Otros niños deberían tener oportunidades como la que yo tuve porque puede servirles para desarrollar sus habilidades en el campo de la comunicación, permitiendo que se expresen libremente y que mejoren su capacidad de razonamiento”, señala Rodas Paredes, quien pasó por Chispas al Aire entre los años 2012 y el 2016.

Respetar otros criterios

María Gabriel Ruano, hoy de 21 años, fue parte de Chispas Al Aire entre 2012 y 2014, un proceso que le hizo descubrir “la importancia y vitalidad de la inclusión”, pero también “me ayudó a expresarme mejor, hablar en público y a poner en práctica la escucha activa”.
Ruano destaca que un proceso como este es una oportunidad de crecimiento personal “y de cierta forma profesional” donde se aprende “a convivir con otras personas y a respetar los distintos puntos de vista”.

En la imagen aparecen Ruth Daniela Lau y Javier Rodas (sentados), junto con Rubí Ortega y Laura Colindres (de pie).

Perder el miedo

Ana Lucía Morales, de 19 años y quien participó en Chispas al Aire de 2012 al 2015, sostiene que este es un espacio que ofrece “diversos conocimientos sobre temas de los que nadie hablaba con un niño y la capacidad de expresarse sin miedo”.
“Chispas al Aire brinda un espacio a los niños para que usen su propia voz y se informen”, sostiene.

Un juego hecho realidad

Chispas al Aire es un programa inclusivo por el que han pasado varias generaciones. Empezó en 2005 con niños que tenían en aquel momento entre 6 y 12 años, lo cual significa que hoy son jóvenes adultos de cuando menos 22 años de edad.
El programa llevaba a la realidad un juego de niños. Así lo explica la productora del programa y también directora de Asociación COMUNICARES, Oneida Rodas, quien lleva 16 años de producir este programa en forma semanal y sin interrupciones.
“Desde niña yo jugaba a hacer radio grabando programas en una pequeña grabadora de casetes que llegó a mis manos. Me encantaba imaginar que muchas personas escucharían aquellas grabaciones en las que mi hermano y mis primos eran cómplices de producción. Como maestra, siempre creí que las voces de los niños y niñas debían escucharse más allá de las aulas, y mantuve la inquietud de que existiera un programa radial hecho por niños para niños; ya que lo que sí había eran programas de adultos dirigidos a los niños, pero en los que ellos -los niños- tenían una participación pasiva y no un protagonismo real.” explica.

En esta imagen aparecen Ana Lucía Morales y Daniela Gaytán (sentadas) junto con María Gabriel Ruano y Paulina Colindres (de pie).


Desde el año 2003 Rodas era consultora para Save the Children Noruega -SCN-, entidad con la que se inició un proceso de formación de niñas y niños comunicadores en varias regiones del país, quienes realizaban pequeños formatos radiofónicos para sus comunidades Pero el gran proyecto se concretó en marzo de 2005, cuando se transmitió por primera vez el programa Chispas al Aire, una radio revista producida y conducida por niños y niñas de todo el país, con el objetivo de promover sus derechos y tener un espacio en el que sus voces fueran realmente escuchadas.
A partir de allí, se dio continuidad a los procesos de capacitación radiofónica a niños y niñas de diferentes regiones del país como la achi’, mam, kaqchikel, kiche’, ixil y de la zona central de Guatemala, siempre con el apoyo de SCN y a partir del año 2005, en asocio con COMUNICARES, como el primer proyecto desarrollado por la entidad, de reciente fundación.
“Fue una experiencia maravillosa. Escribí el libro Un Juego de Imaginación y Sonidos, y con él capacitamos por muchos años a niñas, niños y adolescentes -NNA- para potenciar en ellos liderazgo y libertad de expresión. Realizamos durante muchos años ininterrumpidos un encuentro anual de NNA comunicadores para generar intercambio intercultural. Sin duda Chispas al Aire es un proyecto que me hizo crecer personal y profesionalmente, hizo crecer a COMUNICARES y permitió que cientos de NNA adquirieran confianza en sí mismos, conocieran sus derechos, sus responsabilidades y la grandeza del intercambio entre culturas. En 2008 el programa recibió el Premio Latinoamericano en Comunicación que otorga la fundación peruana Calandria, por el trabajo que realizamos por los derechos y la visibilización de niñas, niños y adolescentes en Guatemala “, explica Rodas.

Parte del equipo de Chispas al Aire en una grabación realizada en las oficinas de Asociación COMUNICARES. 2014.

Apoyo de Radio Sonora

Con los años este programa que empezó siendo un proyecto puntual, la dirección de Radio Sonora adoptó el espacio como parte de su plantilla de programación semanal y así lo mantiene a la fecha, difundiéndolo semanalmente en sus 33 frecuencias a nivel nacional.
“Cuando me plantearon la idea del programa Chispas al Aire me vi reflejado en mi niñez, pues así como yo tuve oportunidad de hacer radio de niño, los niños de Guatemala también debían tenerla”, explica Arnulfo Agustín Guzmán, director de Radio Sonora.
“El hecho de escuchar a unos niños haciendo comunicación en un idioma materno, me pareció una fantástica idea”, afirma.
“El hecho de comunicar en el idioma que todos comprendemos como es el castellano y además escuchar a los niños en idiomas mayas como el kaqchikel, kiche’, q’eqchi’, (por mencionar algunos), entonces, se identifica uno más”, señala Guzmán.

Conmemorando a los niños y niñas

Si bien este espacio ha permitido difundir y abordar el tema de los derechos de niñez y adolescencia en el país, sabemos que esto no es suficiente. Por ello, la conmemoración del 1 de octubre de cada año como el Día del Niño en Guatemala, es una oportunidad de insistir en la promoción de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
Así lo interpreta Ortega, quien afirma que la niñez está en una frágil situación: “Actualmente la niñez está en una posición vulnerable y es necesario recordarnos y promover los derechos de los niños y niñas”, sostiene.
Lau afirma que el Día del Niño sigue siendo una fecha importante “porque funciona para conmemorar a los niños, para recordar que ellos también importan junto con sus derechos, porque nos recuerda a todos tenemos una obligación con ellos, la obligación de cuidarlos”.
Morales, adicionalmente, destaca también que el Día del Niño es una fecha para recordar la importancia de que se siga protegiendo a la niñez y adolescencia.
Ruano resalta que: “Los niños son el futuro del país y por ello es importante implementar proyectos como Chispas al Aire, para el desarrollo y una mejor oportunidad de calidad de vida para los futuros profesionales”, dijo al respecto de la conmemoración del Día del Niño.

La productora del programa Oneida Rodas en una sesión de grabación de 2011 con niñas comunicadoras de Quetzaltenango.

Avanzar en otros espacios para la niñez:

En Asociación COMUNICARES se desarrollan diversos proyectos, que además de Chispas al Aire, coadyuvan con la promoción de los derechos de los NNA. Conforme han pasado los años los medios de comunicación han cambiado, y además de la radio, se han incorporado al trabajo de la institución, espacios para la producción de materiales audiovisuales y se han utilizado las redes sociales como herramientas para la difusión de éstos.
También se han desarrollado materiales lúdico-pedagógicos para promover los derechos de la niñez y la adolescencia en feria educativas, talleres presenciales y virtuales y espacios de formación para docentes con el fin de difundir entre los maestros y maestras, los principios de la Convención de los Derechos del Niño y de la Ley de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia, la cual se ha mediado pedagógicamente para su mayor comprensión.
Entre los años 2020 y 2021, la pandemia frenó la posibilidad a COMUNICARES de seguir formando nuevos niños y niñas comunicadores, y se optimizaron los recursos digitales para desarrollar procesos de formación con adolescentes y jóvenes; no obstante, la institución considera como prioridad que en cuanto las circunstancias lo permitan, se pueda retomar el trabajo directamente con niños y niñas entre los 7 y los 12 años, para seguir desarrollando espacios para la libertad de expresión desde los niños para los niños y formando una nueva generación de Chispas al Aire, que a lo mejor ya no se enfoquen solamente en la radio, sino que puedan utilizar otros medios, pero con el mismo fin.