Emily Méndez es vocera informateca. Como Emily, más de un centenar de jóvenes de las regiones lingüísticas K’iche’, Q’eqchi’, Kaqchikel y Achi’ han realizado audios y videos que ayudan a otros jóvenes de sus comunidades.
Redacción: Denis Aguilar
Edición: Celso Solano y Oneida Rodas
Fotografías: Celso Solano
Desde su fundación, Asociación COMUNICARES ha mantenido una línea de formación dirigida a niñas, niños, adolescentes y jóvenes, con el fin de promover la libre expresión como un derecho fundamental que le haga valer el resto de sus derechos.
Estamos en la era de los cambios y la actualización. Plataformas digitales que se renuevan, sistemas operativos que se actualizan, aplicaciones cada vez más dedicadas a necesidades específicas. Cada vez los cambios han sido más frecuentes y drásticos. La pandemia del COVID-19, por ejemplo, obligó a imponer la educación a distancia como el estándar y a dejar de lado las sesiones presenciales de clase.
Evidentemente convivir con la tecnología casi todo el tiempo, obliga a conocer más de ella y aprender a caminar en esas rutas virtuales. En COMUNICARES comprendemos esta necesidad que tienen los jóvenes, particularmente en las zonas rurales de Guatemala, donde la conexión a Internet desde un teléfono celular es la mejor, y talvez la única, conexión al mundo.
De esta cuenta, en 2020 dio inicio el proyecto Informatecos, un programa que se realiza en asocio con la DW Akademie, y por medio del cual se pretende poner a disposición de jóvenes achi’es, kaqchikeles, k’iche’s y q’eqchi’es herramientas que les ayuden a desarrollar un pensamiento crítico y habilidades para el manejo de la información a la que tienen acceso a través de sus dispositivos móviles.
Con varios grupos de jóvenes y señoritas en cada región se han desarrollado procesos de formación en vocería, los cuales se denominan precisamente: Voceros Informatecos.
Analizar, identificar, reducir
Se trata de un curso de seis módulos en los cuales se proponen y analizan temáticas relacionadas con la comunicación como principio de relación con otras personas, con el acompañamiento del staff de COMUNICARES en la elaboración de videos informativos, la sensibilización sobre riesgos en las redes sociales y en la vida en comunidad, y un enfoque prioritario en desarrollar capacidades de liderazgo. El origen de este proceso formativo radica en la importancia de impulsar en las y los jóvenes que lo cursan la Alfabetización Mediática e Informacional (AMI) y encaminarlos hacia los medios que pueden utilizar para comunicar este mensaje a otros jóvenes de su comunidad.
La AMI, como se conoce, es un proceso que anima a las personas a explorar la virtualidad desde una perspectiva más consciente con base en cinco pilares dinámicos o competencias.
• Acceso: para que identifiquen los medios adecuados para obtener información y que sepan qué hacer dentro una plataforma, aplicación, red social, sitio web o portal informativo.
• Análisis: para que desarrollen la habilidad para verificar la información y ser más analíticos en cuanto a lo que escuchan, observan o leen.
• Creación: para que puedan producir sus propios contenidos.
• Reflexión: para que sean conscientes de su propia experiencia en los medios y con los medios y cómo esta dinámica afecta a la comunidad.
• Acción: para despertar la participación dinámica y responsable que pueda inspirar a otros.
Una de las facilitadoras del proyecto, María Laura Saquic, señala que Voceros Informatecos es un programa de formación del que se espera, entre otras cosas, que los jóvenes participantes comprendan la importancia de protegerse en el mundo virtual.
“Durante los seis módulos se abordan temas como la ciberseguridad y el protagonismo juvenil. Se hace énfasis en la libre expresión y la libertad como un derecho, y se les acompaña en el proceso para que puedan producir piezas audiovisuales con sus propios celulares”, comenta.
El objetivo es que, al finalizar los módulos de capacitación, las y los jóvenes cuenten con conocimientos que les facilite analizar la información que están recibiendo, y que estén en condición de identificar noticias falsas y reducir la manipulación mediática. Es decir, que hayan iniciado un proceso para desarrollar la mayoría de las competencias AMI.
Saquic menciona que se busca que cada vocero Informateco dé a conocer experiencias desde su realidad y proponga ideas que ayuden a los jóvenes de su región.
De la teoría a la acción
Para la vocera de la zona lingüística kaqchikel, Emily Méndez, su paso por los talleres de Voceros Informatecos fue de bastante aprendizaje, ya que en cada taller se le presentaron distintos retos, se le animó a activar sus habilidades y a ser una persona analítica.
“Tener que hablar frente a las cámaras, frente al equipo, fue una actividad que nos ayudó muchísimo como personas y más allá de que fue un beneficio para nosotros, fue un beneficio para la sociedad porque nosotros somos comunicadores”, afirma.
Méndez opina que al ser comunicadores se puede trasladar información que será de ayuda para otras personas, y formar parte de este equipo y del proceso de aprendizaje la ha hecho sentir muy feliz.
“Yo soy Informateca y mi experiencia en los talleres es inolvidable”, puntualiza.
Glendy Baquiax, de la zona lingüística k’iche’, señala que COMUNICARES “busca que las y los jóvenes puedan ejercer su derecho a la libertad de expresión” y agrega que esto le ha ayudado a conocer cómo cuidarse en las redes sociales.
Baquiax resalta, además, que con esto ha podido ayudar a más jóvenes para que ellos también puedan adoptar medidas de protección en el ciberespacio y explica que la juventud siempre debe tener la posibilidad de poder expresar sus ideas, pensamientos y puntos de vista al respecto de lo que pasa en la sociedad.
“Me han permitido dar a conocer los tipos de violencias que existen en nuestro entorno, pero no solo se trata de conocerlo, sino también poder prevenirlo”, enfatiza.
Por su parte, Angélica Beatriz Pop, de la zona lingüística q’echi’, afirma que su mejor experiencia en el taller de Voceros Informatecos ha sido aprender cómo protegerse en las redes sociales, así como también proteger su cuenta y crear contraseñas seguras.
Advierte que es importante no compartir fotografías ni información personal con desconocidos y destaca la importancia de conocer sobre los delitos que se pueden dar en la web.
“Todos tenemos derecho a expresarnos libremente, porque nuestra opinión es muy importante”, sostiene la vocera juvenil.
Adalín Gómez, de la zona lingüística achi’ explica que fue un gusto aprender en los talleres de los Voceros Informatecos ya que fue una buena experiencia al ser un lugar donde pudo expresarse.
“Pude prestar mi voz para informar a otros jóvenes por medio de videos”, señala. “En los talleres recibí diferentes temas, como por ejemplo usar contraseñas seguras en redes sociales, consejos de ciberseguridad y otros temas”, dice.
“Agradezco que nos hayan tomado en cuenta para formarnos como voceros Informatecos”, señala.
Cambio obligado
Debido a la pandemia del COVID-19, se hizo necesario realizar cambios.
“El proyecto Informatecos iba a abarcar unas líneas estratégicas basadas en una metodología presencial; sin embargo, con la llegada de la pandemia hubo que reinventar el método de entrega para que fuera cien por ciento virtual”, explica Saquic.
A la fecha se han capacitado tres promociones de Voceros Informatecos, con las que se han alcanzado 104 jóvenes en las cuatro zonas lingüísticas priorizadas, quienes adquirieron competencias para la ciberseguridad.
El proceso contempla un facilitador local en cada región, que se convierte en un eslabón importante en la cadena pedagógica, explica Saquic. Esta modalidad ha permitido ofrecer atención no solo a los más de cien jóvenes voceros, sino también a docentes y comunicadores con quienes se ha compartido y logrado enriquecedores intercambios para conocer, detectar y combatir la desinformación en esta época (vea gráfica: Mujeres son mayoría).
La metodología del proceso formativo “Voceros Informatecos” fue creada por Oneida Rodas, directora de COMUNICARES con el apoyo de Pablo Cruz, productor audiovisual de la entidad. Actualmente se desarrolla para la implementación con futuros grupos, un juego interactivo que permitirá a los participantes ir midiendo su aprendizaje en línea de una manera lúdica y dinámica.